sábado, 6 de febrero de 2016

El Omega Speedmaster Professional

Hay pocos complementos masculinos tan imprescindibles como un buen reloj y un buen reloj no es cualquier cosa. Algunos, pocos, han conseguido llegar a la categoría de mitos y uno de esos es el  Omega Speedmaster Professional.

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Este reloj es una creación del año 1957 y sigue tan vigente como entonces. Pocos cambios ha tenido que sufrir y son menores, como cuando en 1996 se añadió el acabado rodiado en los movimientos mecánicos.

Logotipo de Omega


En esencia pues nos encontramos con el mismo reloj que escogió la NASA en 1968 como equipo para las misiones Apolo hacia la Luna. ¿Motivo? Por razones psicológicas un reloj ayudaba a mantener la cordura de los astrounautas en un entorno, el espacio, donde no hay ni norte ni sur, ni arriba ni abajo, ni sale ni se pone el sol. La medición del tiempo les daba sensación de control. Aparte de eso, necesitaban cronometrar acciones para sincronizarse con la Tierra y la maquinaria Omega demostró una solidez a toda prueba. Una curiosidad, la NASA sigue prefiriendo hoy día los relojes mecánicos a los de cuarzo-pila, que se llevan peor con las radiaciones estelares.


Buzz Aldrin con un Omega Speedmaster

Desde luego no fue el primer reloj en el espacio, este honor le cupo al Sturmanskie de Yuri Gagarin, pero sin embargo la vitola de reloj espacial se le ha quedado y con justicia.

Sturmanskie identico al portado por Gagarin



Hoy día el Speedmaster sigue siendo una reloj mecánico fiable y elegante. Está disponible con el calibre original totalmente manual y con versión actualizada en automático. Eso sí, como mecánico que es no es comparable en su precisión a un reloj de cuarzo y eso siempre debemos tenerlo en cuenta.
Omega Speedmaster automático

Desde luego que este complemento masculino dice mucho del que lo lleva; para empezar, de sus posibilidades económicas, ya que es un reloj de un precio alto  (aunque no descomunal si lo comparamos con otros modelos) y segundo, de su buen gusto.



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