Encender un fuego también puede ser elegante y tú no quieres que tu encendedor se parezca a lo que puede llevar un robacarteras de los bajos fondos o bien simplemente no te apetece llevar lo que lleva todo el mundo, por lo que necesitas algo especial. Si lo que quieres es llevar un encendedor que irradie elegancia tu elección es el encendedor Dunhill Rollagas.
Este encendedor nació a mediados de los años 50 del siglo XX para solventar los problemas de los mecheros de gasolina y ser un clásico desde el primer instante. Para ser exactos, la patente de sus sistema de válvulas se solicitó en 1953 y se concedió en 1956.